Según Castellano (2018), citando a Harry Overstreet (en Pérez y cols.), la recreación se concibe como el desenvolvimiento placentero y espontáneo del ser humano durante su tiempo libre. Esta actividad busca satisfacer necesidades psicoespirituales tales como el descanso, el entretenimiento, la expresión personal, la aventura y la socialización. En esta definición se destaca la importancia de la libertad de elección y del goce subjetivo como elementos centrales de la experiencia recreativa.
Por su parte, Pérez y cols. (1997) amplían el concepto al definir la recreación como el conjunto de fenómenos y relaciones que emergen del aprovechamiento del tiempo libre a través de actividades con propósitos terapéuticos, preventivos, cognitivos, deportivos o artístico-culturales. Lo fundamental en esta perspectiva es la ausencia de compulsión externa, lo que permite a las personas involucrarse de forma voluntaria y con sentido de disfrute.
Desde estas aproximaciones puede inferirse que las actividades recreativas comprenden una amplia gama de posibilidades, entre las cuales se destaca el deporte recreativo, en tanto promueve la participación lúdica y placentera en actividades físicas y deportivas. Su propósito fundamental es el goce y la satisfacción personal, alejándose de los fines estrictamente competitivos o de rendimiento profesional.
Es importante hacer una distinción entre deporte recreativo y deporte profesional. Aunque ambos comparten elementos físicos y estructurales, difieren en sus objetivos y contextos. No sería adecuado considerar como actividad de ocio el entrenamiento de un futbolista profesional antes de un campeonato o la práctica obligada de un integrante del equipo nacional de tenis que se prepara para una competencia internacional. En estos casos, la participación está mediada por una exigencia externa, planificación estructurada y resultados esperados, lo cual desvirtúa el carácter voluntario y placentero propio de la recreación.
En cambio, el deporte recreativo combina características del deporte y del ocio: implica la participación activa y física, pero en un marco de elección libre, sin presiones externas ni metas de alto rendimiento. Aquí, los individuos deciden voluntariamente jugar un partido, correr una carrera o participar en una competencia local, priorizando la experiencia personal sobre la victoria o la competencia.
Los profesionales del área de la recreación deportiva tienen un papel fundamental en la promoción de programas accesibles y atractivos para diversos públicos: pueden desarrollar propuestas para clubes juveniles, diseñar actividades inclusivas para adultos mayores, organizar campeonatos locales, festivales deportivos o eventos comunitarios.
No obstante, el enfoque filosófico del deporte recreativo prioriza la inclusión, el bienestar y la participación sobre la competencia, promoviendo un estilo de vida activo y saludable para la mayor cantidad de personas posible.